5 al 11 de agosto 2024
Asunción del Paraguay
Sud

Joaquín Sánchez

La arquitectura del cuerpo. Poéticas del espacio y otras ficciones.

En el marco de Pinta Sud ASU 2023, Casa M se convertirá por unos días en el escenario perfecto para la intervención site specific del artista Joaquín Sánchez, titulada “La arquitectura del cuerpo. Poéticas del espacio y otras ficciones”. Se trata de una intervención efímera que se desplegará en la planta del edificio aún en obras del exclusivo proyecto residencialubicado en la zona del Shopping del Sol (Narciso R. Colman esq. Herib Campos Cervera). La inauguración se llevará a cabo el viernes 11 de agosto, a las 11 horas, pero la instalación permanecerá abierta hasta las 17 horas para quienes quieran visitarla.

Curada por Adriana Almada, la intervención cubrirá unos 300 metros cuadrados con instalación, fotografía y videoarte, “en una propuesta que concibe el espacio como una arquitectura corporal y la casa como el sitio donde lo creativo acontece. Reuniendo piezas que evocan distintos momentos de su vida, el artista pone a prueba su obra en el espacio puro y duro de una construcción que avanza sin parar. ¿Y qué otra cosa es el arte sino una obra en construcción? Joaquín Sánchez plantea un ecosistema de ligeras membranas transparentes que configuran una entidad multipolar que percibe, genera y modifica todo dentro y fuera de ella”, dice la curadora.   

  

La obra es, simultáneamente, un espacio envolvente que crea una  realidad alternativa a partir de interferencias visuales y corpóreas. “La intervención recoge y atrapa todo lo que existe a su alrededor para convertirse en el entorno de una simulación viva, en una ficción interpretada por una red de mutaciones impredecibles. Lo que ocurre dentro del espacio intervenido, a modo de actividad geoquímica o biológica, origina cambios en el comportamiento en tiempo real, alterando lo existente con una posibilidad desconocida, o con la promesa del buen vivir y la habitabilidad asegurada, modificando progresivamente la apariencia del sitio, cuya naturaleza es siempre cambiante”, explica el artista.

 

El artista

Joaquín Sánchez (Barrero Grande, 1975) es un artista multidisciplinario cuyo trabajo se ha nutrido de los saberes y haceres de comunidades indígenas y populares de Bolivia y Paraguay con las que desarrolla procesos colaborativos desde más de dos décadas. Sus propuestas, si bien abarcan un amplio espectro de lenguajes y discursos, reconoce ejes precisos vinculados a la historia y la cultura ancestral de los pueblos que habitan desde antiguo el territorio que ambos países se disputaron hace casi un siglo, así como a su propia historia, en una suerte de etnografía personal hecha de fragmentos de memoria.

Sánchez participó en diversas bienales internacionales, tales como las de Venecia, La Habana, Mercosur, Sao Paulo, Antofagasta, Valencia y Curitiba, y en proyectos de gran envergadura como la Trienal de Chile 2009. El 2016 fue invitado a la exposición Internacional Space to Dream: Recent Art from South America, en Auckland Art Gallery Toi o Tāmaki, Auckland, Nueva Zelanda. Asimismo, y presentándose como artista-curador, tuvo a su cargo la curaduría general de dos ediciones de la Bienal SIART que se lleva a cabo en La Paz, Bolivia. En la primera ocasión, en 2016, su propuesta conceptual fue “Ver con los oídos: poéticas de las temporalidades”; en la segunda, en 2018, invitó a artistas y curadores a obrar y reflexionar sobre “Los orígenes de la noche”.

Realizó solo shows en Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Cuba, México, Francia, Nueva Zelanda y Bolivia. Diversos críticos han escrito sobre su obra, entre ellos Ticio Escobar, Pierre Giquel, Rodrigo Alonso, Irma Arestizábal y Lia Colombino. Cabe destacar especialmente el exhaustivo ensayo crítico escrito por Adriana Almada sobre todo su trayecto artístico, publicado bajo el título Joaquín Sánchez, el narrador.

Además de su práctica artística, Sánchez es gestor cultural y activador de la escena cultural. Fue director ejecutivo de Fundación Cinenómada para las Artes, en La Paz, desde donde desarrolló proyectos sobre arte indígena, popular y contemporáneo. Asimismo, impulsó la comunidad Avispero, espacio de formación alternativa para jóvenes creadores de diferentes disciplinas; el proyecto Alucine, cine ambulante que lleva películas a zonas rurales, y la Editorial Sorojchi Tambo, que publicó obras en castellano y guaraní. Fue director de arte de varias películas premiadas del cine boliviano.